Las calles pueden ser duras.

Las calles pueden ser muy duras con nuestras mascotas, especialmente si usualmente no salen de casa. Por ejemplo, él es Papi, un perrito mestizo de visita en DogLover Animal Hospital luego de comportarse algo diferente. Un día antes de venir, sus padres adoptivos lo notaron triste (cosa rara en él), vieron que tenía una bolita en el tórax y recordaron que había salido de casa recientemente. ¡Podían haberlo atropellado! Viéndolo así, decidieron traerlo lo antes posible.

Luego de un examen físico, era claro que Papi estaba teniendo problemas para respirar. Tenía un par de costillas rotas, el movimiento en el tórax era errático, tenía un enfisema subcutáneo y también un feo moretón en el abdomen. ¿En qué clase de aventuras se metió fuera de casa?

Sugerimos hospitalizar a Papi y hacer un par de estudios cuanto antes. Los rayos x, por ejemplo, confirmaron lo visto en el examen físico, pero ahora descubrimos un neumotórax y supimos qué costillas exactamente eran las fracturadas.

Pudimos realizar con éxito una toracocentesis para ayudar con el neumotórax, drenándolo para evitar que el pulmón colapsara, pero al no ser candidato para cirugía, el pronóstico para Papi no era precisamente bueno. 4 duros días de hospitalización, manejo de dolor y mucho, pero mucho reposo, Papi fue mejorando mucho.

En su siguiente radiografía no se mostró evidencia alguna del enfisema o neumotórax, así que pudimos mandar a Papi a casa no mucho después. Hoy está junto a su familia, como si nada hubiera pasado (salvo por una costillita chueca).