No se deje al alcance de los niños.
- Dra. Paulina Tello
- 11 mar 2022
- 1 Min. de lectura
La leyenda “no se deje al alcance de los niños” en tantos productos tiene una muy buena (y obvia) razón de ser, ¿no? Bien, pues hoy venimos a argumentar que aplica perfectamente aún si tienen 4 patas y están cubiertos de pelo.

¿Ves esta adorable bolita peluda? Su nombre es Pixie, una Pomerania de apenas 2 añitos que durante 2 días seguidos no paraba de vomitar. Deprimida y sin querer comer, vino a visitar nuestro consultorio, donde sentimos algo pequeño en su abdomen que le hacía sentir dolor.
Ahora, sabemos lo inquietos que pueden ser los Pomerania y cuánto les encanta llamar la atención, pero Pixie no es tu ejemplar promedio: para ella, jugar con sus juguetes no fue suficiente, ¡no si mejor puede comerlos! (Aún más si se trata de cupckes en miniatura, por lo visto). Claro, entre comer un juguete y poder hacerlo de verdad hay una gran diferencia, como pronto aprendió Pixie.



Cuando tanto los rayos X como el ultrasonido confirmaron la obstrucción intestinal por un cuerpo extraño nos dimos manos a la obra y corrimos todos al quirófano.
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Bueno, Pixie no; a ella la cargamos.

Pixie se recuperó sin problemas y, una semana después de la extracción, se encontró de vuelta en su casa, feliz y lejos de repostería en miniatura.
¡Gracias por visitarnos, Pixie! Diríamos “vuelve pronto”, pero mejor nos quedamos con
“cuídate”.
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