Paso a paso, de vuelta a la salud.

Este pequeñín fotogénico es Oliver, un huésped frecuente en nuestro hotel canino. Aunque usualmente le vemos para llevarle directo a su suite, en esta ocasión visitó nuestra clínica luego de haber tenido algunos problemas para caminar. Ningún perrito merece algo menos que una vida sana y feliz, así que de inmediato le examinamos.

Hay muchos motivos para que un perrito presente problemas al caminar (movimientos bruscos o problemas ortopédicos, por ejemplo). Luego de una revisión muy de cerca por su ortopedista, Oliver recibió su diagnóstico: ruptura de ligamento cruzado craneal no en una, sino ambas rodillas. No era sorpresa que Oliver no pudiera caminar; esta clase de lesión puede ser muy debilitante y en extremo dolorosa. Tanto así que, de no tratarse, puede derivar incluso en osteoartritis. Estaba claro que tendríamos que operar.

Tratar una de estas heridas puede ser un reto, ¡ni se diga dos! Por fortuna, ambas resultaron todo un éxito y Oliver salió sin problemas del quirófano. Claro, una parte importante de su recuperación fue la fisioterapia, ¡pero alrededor de un mes de seguirla con gran disciplina fue presentado una muy buena evolución!

La recuperación no habrá sido inmediata, pero pasito a pasito, pronto caminaba mucho mejor. ¡Lo suficiente para poder volver a casa con su familia! Hay que adorar los finales felices.