Un peligro más grande de lo esperado.

Si hay algo que llega con el hecho de tener una mascota en casa (además de un hogar lleno de amor a todas horas), es la habilidad de conocerla tan bien que sabes cuando algo anda mal con ella. Como los dueños de Charlie al verle algo decaído por un par de días.

Este chihuahua de 10 años no sólo había estado actuando de forma inusual, sino que también su abdomen se inflamó al grado de ser obvio que requería ayuda. Sin perder el tiempo, visitó DogLover Animal Hospital.

Al saber que Charlie había comido hace poco un hueso de pollo, imaginamos que el problema sería un cuerpo extraño en el abdomen causando estragos, pero cuando realizamos estudios encontramos esto. Una masa tan grande indicaba que era algo peor de lo que imaginamos, e incluso nos hizo pensar que alguno de los órganos de Charlie tenía un gran tumor.

La carrera contrarreloj comenzó al día siguiente, cuando Charlie se tornó muy pálido y sus estudios de sangre revelaron una anemia severa. Un ultrasonido hecho de inmediato indicó que, en efecto, había una masa en el bazo, y la anemia se debía a que éste padecía una hemorragia interna. ¡Era hora de una cirugía de alto riesgo!

La única opción que había era correr al quirófano a realizar una transfusión sanguínea y remover el bazo quirúrgicamente con muchísimo cuidado. Cirugías de urgencia como esta vienen siempre acompañadas de grandes riesgos, así que tomamos todas las precauciones posibles al trabajar. Por fortuna, logramos extirpar el bazo de Charlie sin complicaciones. En efecto, el tejido se hallaba muy alterado y había presencia de múltiples hemorragias, ¡pero habíamos llegado a tiempo!

En los días siguientes Charlie recuperó su color normal y descansó mucho para recuperarse de su operación, hasta que muy pronto pudimos darle de alta. Charlie volvió a casa, donde pertenece, junto con su dueña quien nos dijo poco después que estaba como si nada.

“Está comiendo mucho y ya es gruñón de nuevo”, para ser más específicos. Cosas de chihuahuas.